Érase una vez, un lindo pueblito enclavado en un rincón de la Cordillera de Los Andes, de mucha vegetación, lleno de uvas, duraznos, verduras, y tantas cosas hermosas. Un vergel.
Su principal riqueza eran sus habitantes, personas muy nobles y sencillas, de una grata y cálida sociabilidad entre vecinos, que disfrutaban una taza de té, una amena conversación, y ante una catástrofe, la ayuda era mutua, porque reinaba la cordialidad y el respeto.
Eran familias muy trabajadoras, y de muy grato vivir.
RECUERDOS IMBORRABLES
Cómo no recordar a personas queridas por sus extrovertidas personalidades:
¿Usted cree que se trata de la Isla de la Fantasía?
No no no. Era una apacible comuna que predominaba una rica amistad, con gente sana, noble, trabajadora, y que vivía muy feliz.
Esa comuna se llamaba Rinconada. sí sí sí. Rinconada.
La misma comuna donde usted vive ahora.
EL GOLPE MORTAL A RINCONADA.
Fue el fatídico día 11 de septiembre de 1973, cuando intempestivamente el golpe militar cambia de súbito y de raíz a todo el país, que repercute también fuertemente en Rinconada.
Ese funesto día, salen del Clóset todo el Clan Galdámes en masa, irrumpiendo con inusitada violencia, cuan energúmenos Nazis, imponiéndose ante el pueblo rinconadino con caravanas militares, el sometimiento de todos los rinconadinos bajo su dominio a la fuerza.
Fue cuando el satánico Clan Galdámes en masa sacaron sus garras y mostraron sus verdaderos instintos violentistas.
Eran los cabecillas del movimiento, Patria, y Libertad, una organización chilena de Nazis que se tomaron a punta de metralletas todo el país, junto con los militares.
Alberto Galdámes Montenegro era en ese entonces comandante de la Fuerza Aérea, y haciendo uso y abuso de su grado militar, ordenó a los militares del ejército a detener a centenares de rinconadinos de bien, por el solo hecho de no apoyar al nuevo régimen.
Este nefasto Clan del Diablo, también lo compuso los hermanos Guillermo y Mariano Galdámes Montenegro, además de las hijas del Satán Alberto Galdámes Montenegro, la entonces pequeña Marisol, y su hermana mayor María Alicia que solapadamente cumplía el rol de secretaria, y sus hermanos, el demonio Ricardo Galdámes Carmona y el diablo, el mismísimo diablo en persona, Juan del Diablo, que hicieron de su casa la caldera del diablo, un bastión de la DINA o CNI.
LOS MÉRITOS MAQUIABÉLICOS DEL SATÁNICO CLAN GALDAMES.
El plan de esta ralea de perversos desalmados demonios, fue hacer méritos a costa de la persecución y tortura de presos políticos rinconadinos que ellos apresaron, cuyo propósito al final descubrimos, terminó siendo una cruel empresa Pyme, para gestar otro siniestro plan: el de ganar poder, mucho poder, y luego hacer, mucho, pero muchísimo dinero, que ahora verán.
EL CARTEL DE RINCONADA.
Nos dimos cuenta, que el satánico mal nacido Clan Galdámes, había armado todo un Cartel mafioso de perros perdigueros, conformado por conspicuos personajes llenos de odio, que persiguieron a rinconadinos que no pensaban como ellos.
Toda esta serie de persecuciones y detenciones, fueron delatados a los militares por esta maldita manga de traidores intrigantes, que morbosamente se sentían autoridades, pero que al final, eran simples servidores falderos, lambones de los milicos.
Personajillos como:
Waldo Astargo:
medrentaba a los rinconadinos sacando una libretita donde de modo amenazante, anotaba sus nombres para acusarlos a los militares.
Doña Chalía Meza y sus hijos, el Cocóa y el Carlos:
que les comía la envidia de sentirse poca cosa, fueron sorprendidos hablando por walkie talkie con el satánico Juan del Diablo, para propiciar el allanamiento de la casa del Superintendente señor Molina.
Vicente Figueroa:
padre del corrupto exconcejal Rodolfo Figueroa, se hacía el leso, y solapadamente colaboraba con este macabro Cartel de Rinconada, al igual que el nefasto envidioso Walo Astargo, informando y acusando a su antojo, a quienes no los miraran bien.
La pandilla Escobar:
padre del borracho concejal Miguel Escobar y su tío Layo, aunque siempre pesaron poco, estaban para los mandados como comprar cigarrillos a sus amos, pero también las oficiaban de sapos, que informaban a la base de la DINA o CNI apostada en la Caldera del Diablo, la casa del satánico Clan Galdámes.
Por eso su hijo, el borracho concejal Miguel Escobar, es tan lambón de su Dios, Juan del Diablo.
Estos son solo algunos delatores, habían mucho más.
ASALTO AL CUARTEL DE BOMBEROS.
Así, cuan dueños de todo Rinconada, el Cartel de Rinconada del fúnebre y endemoniado Clan Galdámes, atraviesa la calle de su Caldera del Diablo, y se deja caer en el Cuerpo de Bomberos, apresando a su Superintendente fundador don Patricio Molina, junto a don Rubén Mazuela Saavedra, don Miro Camus, y varios voluntarios más, sacándolos del cuartel, sin importarles que ellos habían fundado el Cuerpo Bomberil.
Se tomaron el cuartel y se repartieron entre ellos los cargos, violando sus estatutos, y transformando a Bomberos, en una cofradía del Satánico Clan Galdámes.
Esta oscura historia no es conocida por los bomberos jóvenes, y los bomberos antiguos no la cuentan, han callado, por miedo, cobardía, o porque fueron cómplices de esa suciedad humana.
Deben contarla, porque el Cuerpo de Bomberos debe hacer un sahumerio de este satánico Clan que los rigió por años, y que quedó tan dañado, moral y financieramente, que tuvo que ser intervenido. ¿O se les olvidó?
PRESOS POLÍTICOS RINCONADINOS
El Cartel de Rinconada, comandado ya decididamente por Juan del Diablo, persiguió sanguinariamente, a todo vecino que no comulgara con la doctrina satánica de su Clan, y Cartel.
Así estos desalmados llegaban a las tantas de la noche o cualquier hora del día, para amenazar o derechamente para apresar, a familias completas como: la familia Soto, la familia Morales, la familia Colarte, la familia Mazuela, la familia Santibáñez, la familia Figueroa, y una larga lista de perseguidos.
El asedio fue tan irresistible, que familias completas como la señora Juana Astargo y la Familia Pizarro, tuvieron que huir del país por la apabullante persecución de Juan del Diablo.
El exalcalde don Félix Espinoza y su hijo, fueron torturados por el solo hecho de haber sido elegido alcalde democráticamente de Rinconada.
Don Juan Ta-maya, padre del concejal don Miguel Ta-maya, también cayó en desgracia con Juan del Diablo. quienes también fueron torturado por estos mal paridos desgraciados.
Lo peor, lo más despiadado, es que Juan del Diablo, sintiéndose ahora un todo poderoso, se ensañó mandando a tomar preso al alcalde en ejercicio elegido democráticamente por los rinconadinos, don Juan Rojas y su esposa, los que fueron vejados y torturados, que, en un momento, se vieron obligados arrancar de la comuna, y nunca más se supo de ellos.
Es hora, que Juan del Diablo responda.
¿Dónde está el alcalde Juan Rojas, y qué pasó con él, y su esposa?
¿A dónde se los llevaron?, ¿Qué hicieron con ellos?,
Responde Juan del Diablo, ¿Dónde diablo están?,
Ustedes, clan Galdámes, eran la DINA o la CNI misma, saben perfectamente todo lo que les pasó a toda esta gente, y que ustedes, lastres de la maldad, torturaron y mutilaron sus vidas con su odio y depravación, que llevan incrustados en sus malditos genes.
Este es, amigos rinconadinos, el verdadero Juan Galdámes, que con merecida razón se le conoce como Juan del Diablo, y su maldita familia, el Clan Galdámes, que textualmente, se adueñaron de Rinconada como si fuera su feudo, y lo transformaron en un verdadero infierno.
Y ahora para burla, Juan del Diablo se viste con alas de ángel, para volver a engañarlo a usted pidiéndole su voto, haciéndolo quedar como bobo imbécil, y con mentiras lograr la alcaldía, para volver a tenerlos nuevamente temerosos, con mucho miedo, y que es la forma con que Juan del Diablo somete a los rinconadinos como sus marionetas, para sus antojadizos caprichos.
BOMBA TERRORISTA DEL CLAN GALDÁMES A LOS SEÑORES MOLINA.
Esta distinguida familia, devota y de famosos eruditos, fue víctima de dos bombas puestas en su casa, y que el otro demonio del maldito Clan, Ricardo Galdames Carmona, confidenció el delito terrorista a un cercano amigo de estos honorables rinconadinos.
Fue éste mismo siniestroso Ricardo Galdámes Carmona, el que trajo del norte al ricachón de Fernando Porchíle para arruinar a esta distinguida familia.
Y sepan algo más, Ricardo Galdámes Carmona, también cometió delitos de corrupción en CODELCO, donde ya tenemos antecedentes que estamos intentando de complementar.
Esto nos muestra una vez más, que donde el Clan Galdámes mete los pies, meten las manos.
El otro caso terrorista fue, el atentado incendiario que Juan del Diablo perpetró en la Sala de Bombas que los señores Molina tenían para regar, justamente el mismo predio que ambiciona desesperadamente Juan del Diablo para el Parque.
Fueron de noche en un vehículo, cuando Juan del Diablo iba con varios acompañantes, y despiadadamente quemaron toda la sala de bombas de riego.
Un individuo muy conocido por ustedes, apodado el Penicilina, tal vez por remordimiento de conciencia, o porque Juan del Diablo no le pagó el trabajo, confesó con detalles a la familia Molina, el atentado terrorista ocurrido en dicha caseta de Bombas, con que regaban el predio allá en Las Bandurrias.,
Juan del Diablo, como es su costumbre, cobardemente se quedó adentro del vehículo para que nadie lo viera, pero sí, dirigiendo a los delincuentes que lo acompañaban, los azuzó para que finiquitaran el delito terrorista.
Las pérdidas fueron avaluadas en 300 millones de pesos de la época, sin considerar el daño letal a sus parronales, que fué la pérdida total de esta gentil, y respetada familia de famosos intelectuales.
Pero la familia Molina no necesita de tierras, ni menos necesita aferrarse a una municipalidad para vivir, porque como dijimos, ellos son eruditos, desde sus abuelos, tíos, hasta sus hijos y sobrinos, todos se yerguen como flamantes Doctores Filósofos, el más alto grado que otorgan muy contadas universidades, solo las más prestigiosas del mundo, y las obtuvieron en Chile, Puerto Rico, España y Los Estados Unidos.
Porque ellos definitivamente son una raza alfa, en ellos está incrustado los genes de la sabiduría y de la bondad, que los viejos rinconadinos muy bien conocieron, y este tema, para esta célebre familia de doctores y escritores, lo tienen cerrado desde que se fueron, dejando atrás, una tremenda historia, y sobre todo, un legado imperecedero de los mayores progresos, que forjaron los cimientos que sustenta lo que es hoy, Rinconada.
Esto nos ha confirmado la envidia que el diabólico Clan Galdámes le tuvieron siempre a está distinguida familia, porque a su casa llegaba la gente más ilustre del país, artistas, intelectuales, incluso tres presidentes que los visitaban regularmente, que pasaban de largo por la casa de los Galdámes, que los hacían ver lo que son, ignorantes, insignificantes bípedos, unos don nadie, unos peleles, que le hacían sombra en la comuna de Rinconada.
Así nos comentó, uno de sus abogados que pudimos entrevistar.
Y el hambre desesperado que Juan del Diablo le tiene a estas tierras, es desde hacía muchísimo tiempo, y que venía lucubrando con su amigote Porchíle desde entonces, para embolsicarse sin asco, camionadas de billetes de la municipalidad, y que los Concejales, Héroes de Rinconada, don Juan Castillo, don Miguel Ta-maya y don Carlos Montenegro, se lo impidieron con la decisión y valentía, que solo tienen los rinconadinos de familia de buena cepa como ellos.
ASALTO Y AMENAZA DE ASESINATO A DON RUBÉN CRUZ.
Confirmamos un secreto a voces, que todo Rinconada sabe.
La soberbia y prepotencia de Juan del Diablo sobre pasó todos los límites, cuando el padre de Juan del Diablo, el mismísimo Satanás Alberto Galdames Montenegro, ex alcalde preso por corrupción en Los Andes, en otro de sus tantos fracasos que tuvo en vida, perdió todas las tierras que le fueron rematadas incluyendo la casa, por el conocido agricultor, don Rubén Cruz Ponce.
Fue tanta la indignación y desesperación de Juan del Diablo de quedar de patitas en la calle, que hizo gala a su apodo, y fue donde don Rubén Cruz, para ponerle fríamente un revólver en su cabeza, exigiéndole que al menos le escriture la casa, o si no, que le iba a correr balas a él y a su familia.
Fue así, que don Rubén Cruz tuvo que prescindir de su altivez, ante la temible peligrosidad de Juan del Diablo, y azorado le transfirió la casa, la misma Caldera del Diablo, por el temor de un decidido y terrible criminal que lo enfrentó, dispuesto a todo, incluso a matar, en un asalto a mano armada del que fue objeto por Juan del Diablo, en su propia casa.
Por ello, todo Rinconada sabe, que esa casa, la Caldera del diablo, la que habita el mismísimo diablo, Juan del Diablo, no es de él, sino que vive de allegado porque de facto, pertenece a don Rubén y su familia, una persona querida que dio muchísimo trabajo y progreso a la gente de nuestra comuna.
Ese es, queridos amigos rinconadinos, el verdadero Juan del Diablo, el que vuelve a implorar su voto para repostularse incansablemente como alcalde, que, si pasa por su casa para pedirle su voto, por favor, por favor, rece un Padre nuestro y unas Ave Marías, para que su casa no quede infectada de su maldición.
LA CRUEL QUEMA DE CABALLOS VIVOS, Y EL SUICIDIO DE UN BOMBERO.
Todo Rinconada, y especialmente el Cuerpo de Bomberos, recuerda con dolor e indignación, el horrible crimen de Caballos que quemaron vivos con combustible.
Tras tanto investigar en muchísimas fuentes, todos señalaron sin titubeos, de que Juan del Diablo, haciendo gala a su reconocida cruel maldad, roció con combustible a los pobres animales, y les prendió fuego vivos, como si fueran un cacharro, con el irracional objeto de cobrar un millonario seguro, ya que esos pobres equinos, sus patas ya no tenían agilidad, ya no eran aptas para zapatear en sus rodeos, y eso les desvalorizaba su precio más bajo de lo que los habían comprado.
¿Se pueden imaginar ustedes el dolor que sufrieron esos pobres seres vivos, de manos de una bestia como Juan del Diablo Galdámes?
Por favor, piense usted, el dolor y el sufrimiento que sintieron esas pobres criaturas de Dios, de ser quemados vivos, e imagínense que, si fueran ustedes mismos, porque los animales son igual que nosotros, sienten los mismos dolores. ¿o no?
E imagínense también, el sentimiento de maldad en el alma, si es que tiene, ya no de una persona, sino de un energúmeno, de un monstruo, que osó matar a fuego a un ser viviente.
Y así tiene el descaro de mostrarse fotografiado sínicamente de huaso junto a su caballo, dando una imagen de querendón de los equinos, para limpiar su imagen, y engañarlo a usted para que le dé su voto, seguir con sus mentiras y patrañas, y seguir robando eternamente a su municipalidad.
LA SÁDICA Y CRUEL ACUSACIÓN A BOMBEROS INOCENTES.
Ante la aparición de la PDI para investigar el crimen de los caballos, Juan del Diablo se hizo la víctima como siempre acostumbra, y le echó la culpa a unos bomberos que ignorantes de lo ocurrido, les inventó toda una intriga siniestra, y de manera injusta, alevosa, los bomberos voluntarios cayeron presos, ensuciando por ende, el prestigio de la entidad Bomberil rinconadino, en todos los medios de comunicación, y opinión pública nacional.
Después uno de los bomberos encarcelados, se enteró que su esposa Amanda Mazuela, alias la Mandy, se acostaba con Juan del Diablo, dejando a su marido atrapado en un mar de maldades y vergüenza, que lo sumió en su impotencia, burla, desesperación y depresión.
El Bombero cae en un abismo sicológico irreversible, y termina suicidándose trágicamente, ante el horror de los rinconadinos.
La pérfida viuda Amanda, la Mandy, siguió el zangoloteo con Juan del Diablo como si nada, y por sus servicios de arriendo del fundo de sus entre piernas, le instaló dos supermercados, "La viuda maldita uno" y "La viuda Maldita dos", sin cargar ambos en sus conciencias, el más mínimo remordimiento de ser los causantes de la muerte más espantosa que tuvo su marido, por calentura o prostitución.
Y por allí sigue muy Prisca, mostrándose incluso ahora con pololo nuevo, sin siquiera rezarle un ave María de perdón a su marido, al igual que Juan del Diablo, que nunca lo hará porque es hijo del mismísimo Satanás, dejando al olvido, sin remordimiento ni pudor, este desgarrador crimen sicológico, porque eso fue, un crimen sicológico, que es más doloroso y desgarrador que un crimen físico, producto de la intensa lujuria de ese par de malditos desalmados.
EL DEBER DEL CUERPO DE BOMBEROS
Por este devastador crimen sicológico a un noble bombero voluntario, El Cuerpo de Bomberos debiera elevar a este noble voluntario al nivel de mártir, mártir de la institución, porque el bombero voluntario fue víctima inocente de una confabulación de la más horrible y aterradora que un hombre pueda tener, maquinada por el maquiavélico Juan del Diáblo, que le causó la muerte con su intriga y abuso en su matrimonio, en su calidad de Bombero voluntario en ejercicio.
Y a su vez. por esta cruel maldad, y todas otras maldades insanas y perversas ocurridas en Rinconada y que le hemos contado, El Cuerpo de Bomberos no puede tener en sus filas, ni siquiera inscrito, a un delincuente terrorista que asaltó al Cuerpo de Bomberos para el golpe militar.
Un asalto al que les contamos, cuando el Clan Galdámes invadió de manera violenta el cuartel, apresando al Superintendente fundador señor Molina, y varios bomberos voluntarios que allí se encontraban sirviendo desinteresadamente a los rinconadinos, quienes sacrificadamente ya había dejado completamente equipado la institución bomberil, con Cuartel, con carrobomba, con torre de Sirena, y todo equipamiento propio, lo que ninguna otra comuna rural soñaba tener.
Por ello, para que Bomberos pueda reivindicar su prestigio que derrumbó Juan del Diablo, sanar su honra y limpiar su historia, es un deber al que está obligado, el de proceder a la expulsión del Clan Galdames de la institución, por el desprestigio que sufrió la institución Bomberil,
Lo mismo debiera ocurrir en todas las instituciones huasas del país, que se expulse y prohíba vestir de Huaso, a todo corrupto, terrorista, porque vestir de huaso es un privilegio que representa la identidad del Chileno de bién, que enorgullece a nuestra Patria, y Juan del Diablo la rebaja, la humilla, y la insulta hasta la vergüenza misma de sus cimientos, con todas las fechorías delictuales que se le conoce,
Y lo mismo que su padre, el satán de Alberto Galdámes Montenegro, que mancilló su uniforme cuando fue preso por corrupción en la Municipalidad de Los Andes, noticia detallada aquí, en nota aparte.
Y A TODOS LOS RINCONADINOS.
Rinconada debe entender de una vez por todas, que Juan del Diablo es el mismísimo demonio en la tierra, el 666 de Rinconada, y que no pueden seguir creyéndole a este mandinga que tiene a la comuna transformada en un infierno, en que todos tienen miedo, y viven horrorizados de su presencia.
Esto no puede seguir así, los Rinconadinos valemos mucho más de lo que creemos, ahora vean cómo Juan del Diablo anda por sus casas implorando su voto, porque sabe que ahora es el pueblo el que tiene el sartén por el mango, para expulsar de nuestra municipalidad, a este engendro de la maldad y su pandilla, y que, por fin, Rinconada vuelva a ser la otrora bendita comuna de buenos vecinos, llenos de felicidad que siempre fue.
Donde no haya odio, donde no haya miedo, donde reine la buena y sana vecindad, donde todos nos veamos las caras como amigos para sonreír, donde ante las desgracias, seamos capaces de unirnos para sacar de raíz la corrupción de nuestra comuna, y elegir la honradez definitivamente como única prioridad, para vivir por fin, en Paz y Libertad.
Los Rinconadino deben sacar este demonio del municipio y su pandilla de lacayos, esta es su oportunidad, que, con su voto, elijamos a personas reconocidamente honradas, que Rinconada las tiene, y muchas.
Abrámosle las puertas de nuestros corazones, a nuestra Virgencita de la Ventana, y a nuestra Santa Teresita de Los Andes, para que bendigan a nuestra querida tierra, nos iluminen, nos acompañen a elegir nuevas autoridades honestas, y por el amor de Dios, que Rinconada vuelva a ser la Capital Espiritual de Chile, que tanto nos enorgulleció.
Y así dejamos y continúa la desgarradora historia de aquel pueblito feliz, enclavado en un rincón de la Cordillera de Los Andes, en la que una vez, brotaba la música, la poesía, y las flores.
El Rincón
de Rinconada
- donde arrinconamos a los corruptos -
y la gente es, la que tiene la palabra